Suavecito, casi sin advertir
Fotografía tomada en FEP 2016.
Puedo hablar de ti de los pies a la cabeza, puedo hacerlo de la cabeza a los pies. Puedo describirte de derecha a izquierda y también en diagonal. Puedo afirmar que tienes brazos porque te he sentido tocándome. Has estado cerquita, nunca conmigo. Te he olido y hasta he creído verte. Me has tomado del pelo. Suavecito me has acariciado la cara. Disfrazado de manos me has tentado con la luz apagada. A veces creo que has dormido conmigo, pero parece que siempre te vas a medianoche.
He salido a preguntar por ti esta mañana. Que si alguien te ha visto. Pero si ni siquiera yo te he visto. He visitado a mis amigos. Tal vez estás escondido en una de sus camas, porque es ahí donde más te sientes. A ninguno le has tomado el pelo. A ninguno le has acariciado, suavecito, la cara. Has tentado a algunos y lo sé porque me lo han contado. He salido a preguntar por ti esta tarde. No puedes esconderte tanto tiempo. Saldré tal vez a preguntar por ti esta noche.
Una vez creí encontrarte en un mechón rizado. Otro día creí verte en unos ojitos verdes. Hace poco creí sentirte en un brazo fuerte. Hace mucho creí hallarte en un estómago inflado. Un día creí oírte en una voz afinada. Al otro día creí que estabas en una barba poblada. Te he visto en un cuerpo pequeño. Te he visto en hojas de papel. En promedio, una vez al mes te veo en mi cara.
Te he visto porque andas por ahí. Suavecito, casi sin advertir.